Emulsión
Las tintas usadas
para la impresión marcan el
primer condicionante. En serigrafía, se utilizan dos tipos de tinta, las
basadas en disolvente y las que tienen el agua como base. Habitualmente, se
pueden adquirir emulsiones resistentes a los disolventes y emulsiones
resistentes al agua. En los últimos años, han aparecido las emulsiones
denominadas mixtas, con buena resistencia a todo tipo de tintas serigráficas.
La segunda selección viene determinada por las características químicas de la emulsión y su forma de sensibilizarla. Hace ya muchos años, puede permanecer en situación residual, se aplicaba una solución de bicromato amónico como sensibilizador (esta materia fue desestimada por su alta toxicidad). Hoy el sensibilizador más frecuente son las sales de diazoo, aunque están cada día más presentes las emulsiones de fotopolímero puro, que no precisan sensibilizador y se aplican directamente a pantalla desengrasada previamente.
La explicación anterior nos permite elegir emulsión con una base simple: en función del tipo de tinta y en función de la química básica de la gelatina Pero estos, que son argumentos importantes, no son totalmente decisivos. Hay otros factores a considerar que resultan determinantes para conseguir calidad de impresión:
a) Contenido en sólidos
b) Capacidad de definición y resolución
c) Resistencia físico-química.
c) Resistencia físico-química.
SELECCIÓN DE LA EMULSION
Después de estas breves consideraciones,
esperamos que el lector tenga claro como seleccionar una emulsión. Los pasos a
seguir son:1- Seleccionar en función del tipo de tinta a utilizar en impresión.
2- Tener en cuenta el contenido en partículas sólidas. Este dato viene detallado en las hojas
técnicas del producto.
3- Si el trabajo a reproducir tiene detalles finos, considerar la capacidad de resolución. Realizar
pruebas con diferentes productos y la misma malla (siempre teñida).
4- Controlar la resistencia físico-química de la emulsión
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